La Iglesia dio la primera voz de alarma
A su juicio, tenemos la sensación de que altas cargas de deberes se traducirán en éxito profesional.
Disparidad por países
Resultados variables
¿Y si se decidiera la oportunidad de los deberes por su utilidad? En el libro Under pressure de Honoré, se recoge un estudio reciente realizado sobre 6.000 alumnos estadounidenses, que concluyó que aquellos que habían hecho, a los once años, treinta minutos de deberes de matemáticas cada noche, con quince años superaban, en resultados académicos, a sus compañeros. Sin embargo, dos profesores de Pensilvania que compararon notas de ciencia y matemáticas, obtuvieron resultados opuestos en cinco Estados distintos.
No parece haber, pues, una causa - efecto, pero sí un exceso de deberes.
Fijándonos en los alumnos españoles, no destacan en mediciones habituales como el Informe PISA, y eso que las horas de deberes han llegado incluso a enfrentar a las dos principales asociaciones de padres españolas, la Ceapa y la Concapa, y se han planteado quejas entre los padres por estrés de sus hijos, como la petición que el pasado año presentó Eva Bailén, una madre preocupada por la ansiedad que a su hijo de diez años le causan las dos o tres horas de trabajo extra que se trae a casa tras la jornada escolar de siete, por medio de una petición de firmas en Change.org, “Por la racionalización de los deberes en el sistema educativo español”. Incluso el Libro Blanco de la Educación, que el Ministerio de Educación encargó a José Antonio Marina, levantó polvareda cuando el filósofo defendió que no era necesario más de un cuarto de hora de deberes diario para los alumnos de Primaria, y no hay necesidad de aumentarles las horas cancelando así sus posibilidades de jugar o hacer otro tipo de actividades.
Desigualdad social
Así las cosas, sin aparente confirmación científica que avale el beneficio de los deberes en el proceso pedagógico, en el mencionado informe de la OCDE, se añade otro punto en contra para los deberes, atribuyéndoles un riesgo de alimentar la desigualdad social.
Según el texto de la publicación, los estudiantes “pueden encontrar grandes dificultades para hacerlos si no disponen de un espacio relajado y ordenado para ello, si cuentan con otras responsabilidades familiares o, incluso, si los padres no se encuentran preparados para guiarlos o motivarlos en este proceso debido a obligaciones laborales o falta de recursos”.
Cuestión de edad
Lo que se suele aconsejar en niños de esta horquilla de edad es empezar a familiarizarse con los dominios instrumentales básicos, como la lectura, escritura o cuentas y a veces se recomienda que hagan pequeñas tareas en casa para reforzar y sobre todo para prácticas, pero se trataría de pequeñas tareas de afianzamiento, porque el niño todavía está en edad de jugar, y debe hacerlo todos los días y todo lo que pueda, no debe dejar de jugar por hacer tareas. En Secundaria ya es otra cosa. Los contenidos ya son más precisos, y se hace necesaria una labor de estudio individual, que prepare para los exámenes. Eso sí, de manera racional, e incluso incorporando fórmulas próximas a sus herramientas actuales, como las tecnologías o los videojuegos. ,